Qué cerca está Cervantes de la luna,
qué lejos tú de atravesar mis travesuras,
qué solemne se pone la basura
cuando apesta a humo
y a escritura.
Qué viejos los jóvenes que sangran,
qué jóvenes los viejos que callan;
qué valiente se ha levantado el mundo
que se atreve a girar
sin saber si es rotundo.
Qué bien aconsejado está, siempre,
el dictador:
qué de amigos tiene,
qué poco valor;
qué bello es renacer
si no te toca allí, allá,
o en cualquier pagaré.
Qué de sorpresas me da este poema
que se va haciendo nada,
qué de verdades a veces camufladas;
qué solemne se pone la basura
cuando trata de palabras.
qué lejos tú de atravesar mis travesuras,
qué solemne se pone la basura
cuando apesta a humo
y a escritura.
Qué viejos los jóvenes que sangran,
qué jóvenes los viejos que callan;
qué valiente se ha levantado el mundo
que se atreve a girar
sin saber si es rotundo.
Qué bien aconsejado está, siempre,
el dictador:
qué de amigos tiene,
qué poco valor;
qué bello es renacer
si no te toca allí, allá,
o en cualquier pagaré.
Qué de sorpresas me da este poema
que se va haciendo nada,
qué de verdades a veces camufladas;
qué solemne se pone la basura
cuando trata de palabras.